Decimos mucho eso de “no me cuentes historias”, pero… ¿sabes la importancia que tiene realmente hacerlo?
Cuando cuentas una historia, lo habitual es ponerle emociones, sentimientos. Ya sea triste, alegre, o una que te haga enfadar, cuando la cuentas, se refleja lo que has sentido al vivirla.
Vivimos en un mundo hiper mediatizado y tener una buena imagen de marca ya no es suficiente. Necesitas más que eso para crear un vínculo emocional con la gente (ejem, de esto ya hablamos). Entonces, ¿qué más necesitas?
¿Qué necesitas?
Te lo voy a contar: necesitas tener un relato que sea coherente. Que sea atractivo. Que sea simple y a la vez empático. Y necesitas dar datos.
¿Por qué?
Porque nos gusta. A nuestro cerebro le encanta. Está diseñado para procesar historias. No lo digo yo, lo dice la ciencia.
Hay 2 tipos de neurotransmisores en tu cerebro que juegan un papel importante. Por un lado está el cortisol y por otro la oxitocina (sí, la misma que se necesita para dar a luz a un bebé y está muy presente en la lactancia).
Cuanto más cortisol libere el cerebro, más ansiosa o angustiada te sentirás. En cambio, cuanto más oxitocina liberes, más empatía y conexión lograrás.
¿Por qué te cuento esto? Porque cualquier historia tiene el propósito de cambiar la actitud de una persona. Lo bueno es que lo positivo siempre es más poderoso que lo negativo.
Foco
Poniendo foco en tu marca, ¿qué buscas cuando escribes un post en el blog o una publicación en las redes sociales? Que la persona que lo lea se sienta identificada, coja ese relato y se lo cuente a más personas. En este último paso, le pondrá parte de su esencia al contarlo. Ahí está la magia. Que la integren y la hagan un poquito suya. Eso quiere decir que le ha calado.
Aquí voy a hacer un inciso, y es que es importante diferenciar entre imagen de marca e identidad de marca. La primera es cómo se ve. La segunda, cómo se siente. Y esto viene a cuento porque como no tengas bien trabajadas las dos cosas, tu copy cojeará. A tus relatos les faltará algo.
No tienes que contar lo que eres. Tienes que contar quién eres. Y eso, colegui, tiene que ver con la identidad de marca.
¿Y tú, eres de historias? Te leo en comentarios.
Te espero en el siguiente post para seguir aprendiendo.
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